El Primavera más masivo y ecléctico

[Artículo originalmente publicado en catalán el 03.06.2012 en lamalla.cat]

Finalizó el Primavera Sound con Black Lips y Kings of Convenience en sendos conciertos especiales en la fiesta de clausura en la sala Apolo, y los datos oficiales facilitados por la organización confirman el éxito de la apuesta: macro festival itinerante por Barcelona y también dentro del recinto. Y es que los 6 escenarios situados en el Parc del Fórum han contado con una media de 40.000 asistentes por dia, un auténtico récord.

Más allá de los datos facilitados, se trata de un festival musical, por tanto, hablemos de las sensaciones, en general buenas. Oferta variada en una de las ediciones más eclécticas que se recuerdan, donde los sonidos pop se han mezclado con el metal más extremo y que evidencia que los estilos no son buenos ni malos por si solos, sinó  los artistas que los representan y su actitud sobre los escenarios.

Empezando por los grandes, los señalados como cabezas de cartel, son unánimes las opiniones sobre la actuación de los míticos The Cure: casi tres horas de hits, 36 temas,  ante uno de los públicos más masivos que ha visto jamás el escenario principal del Primavera. Por contra, Wilco, Franz Ferdinand o Rufus Wainwright no se dejaron la piel; cierto que el público festivalero no es tan exigente y, por tanto, la falta de ganas de Rufus o la aburrida interpretación de Jeff Tweddy y sus Wilco pasaron en general desapercibidos. The Drums confirma lo que apuntaban en disco: musicalmente se encuentran entre el todo y la nada, apuntando maneras pero sin tener ni una canción ni un directo remarcables.

De lo mejor resultaron las actuaciones de los reunidos de The Afghan Whigs en su cuarto concierto en esta etapa (ver crónica del primero) y Refused, grupos de culto de los años 90’s, que quince años atrás habían tocado en Barcelona ante 400 personas y ahora se sorprendian de actuar ante unos cuantos miles de enfervorecidos. Y también, las ofertas de Marianne Faithfull, musa de los Rolling Stones en los 60’s con una solvencia musical de primera, o el homenaje a Alex Chilton a cargo del bateria de su banda, Big Star, y con la presencia de los amigos de Wilco o REM.
Festival itinerante

Una característica del Primavera Sound es la gran cantidad de artistas que actúan en los diversos escenarios del inmenso recinto del Fórum. Escenarios dispersos, actuaciones simultáneas: personal itinerante. Caminas de un lado a otro intentando llegar a una actuación concreta, te paras por el camino a saludar a un conocido o a escuchar con curiosidad a unos tíos que no suenan mal (o a ver que es aquello que está sonando y que mantiene a tanta gente congregada), te paras a comprar una cerveza (¿la SanMiguel del Primavera era sin alcohol?) o un bocadillo orgánico y sin aditivos a precio de escándalo. Y llegas al escenario… y la actuación ya finaliza. Si hubiese hecho autostop al Mini que circulaba por la pista habilitada para la promoción del coche…

La distribución de los artistas por los diversos escenarios, que intentaban dar homogeneidad a las propuestas de cada uno de ellos, daba muchas pistas de donde se debía estar para ver conciertos con garantías. Así, el Vice era para la música más extrema, con auténtica serie Z como los black metal Mayhem (ridícula puesta en escena, con aires de sacrificio satánico) o  Hype Williams;  el ATP, promovido por la promotora indie británica, recogía entre otros a lo que queda del rock alternativo de los 90’s (Codeine, el Sonic Youth Lee Ranaldo, Mudhoney, los habituales Shellac); y el Auditori se reservaba para la mirada más intimista del líder de Neutral Milk Hotel, Jeff Mangum, o el tejano Josh T.Pearson, que triunfó en 45 minutos durante los cuales interpretó tres largas canciones con la ayuda de una acústica y un buen puñado de chistes de este estilo:

– Yo nací en América, así que sólo hablo inglés

– ¿Qué es lo peor que puede escuchar una chica mientras le hace una mamada a Willie Nelson? -Yo no soy Willie Nelson

– Voy a tocar otro hit y podéis incluso bailar

– Imagina que vas de camping y al día siguiente te levantas con el culo escocido y sin calzoncillos. ¿Quién explicaría algo así? A ver, que levanten las manos quien explicaría que ha ido de camping [levanta manos algunos asistentes]. Y ahora, que levanten la mano quienes no explicarían esa experiencia… [y dos tipos del Auditorio levantan la mano]. Bien, vosotros dos, ¿queréis venir de camping?

Un escenario a priori a tener en cuenta, y que confirmó el apriorismo, era el Pitchfork, a partir de la interesante asociación del Primavera Sound con el que actualmente es el medio de referencia del movimiento indie y alternativo (clicka aquí para ver la cobertura que han realizado del Primavera). Allí resultaron sorprendentemente buenos White Denim, mejoraron las expectativas War on Drugs y arrasaron a pesar de los problemas del sonido iniciales The Weeknd (es lo que tiene regalar la propia música). Y también los  hardcore californianos Trash Talk, los fans de los cuales formaron un pogo delante de todo y a los diez minutos ya habían dejado incluso algunos dientes en tierra. En el Mini,  no pude ver nada el primer dia, que era realmente el dia interesante, pero los M83, Veronica Falls o Beach House no valen el renombre que tienen.

La tarde noche del sábado daba lugar a una mezcla curiosa. Al atardecer, los aclamados Kings of Convenience, que con sus dos acústicas y sus canciones edulcoradas recordaban a Simon & Garfunkel en Central Park, y también Atlas Sound, un one-man-band que no pasará a la posteridad, abrían la fiesta previa a las actuaciones bailables del festival. Disfrutable el pop-dance de los irregulares y visualmente retros Saint Etienne, substitutos de última hora de Bjork, y magníficos los que pusieron la mejor electrónica de la noche, The Chromatics, con gran ambiente mientras sonaban las versiones Running Up That Hill o My My Hey Hey. Las discotecas de la ciudad debían quedar medio vacías, vista la cantidad de gente de sábado noche que bailaba por el Fórum.

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